NUESTRO ENFOQUE DEL OUTSOURCING Y SOLUCIONES ASOCIADAS A SU APLICACIÓN

 
La búsqueda de la flexibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos, es una constante en el comportamiento de las empresas durante los últimos 25 años. Esto ha afectado la forma en la que se realizan las operaciones en prácticamente todas las áreas de la empresa, así como la manera de entender las relaciones establecidas entre los distintos departamentos de las compañías y como éstas se relaciona con sus clientes y proveedores; estamos hablando de como se compra, se vende o se produce pero también de como se contabiliza, como se contrata al personal o como se almacenan los productos además de todos los sistemas de gestión que soportan estas tareas.
Los procesos de especialización en actividades clave, reingeniería de negocio, subcontratación de servicios no esenciales ( y también en ocasiones los esenciales), gestión por procesos, etc . son expresiones harto conocidas para quienes llevan algunos año en el mundo de la empresa y resultaría difícil encontrar a alguien que no se haya visto involucrado en alguna de estas prácticas en el curso de su desempeño profesional.
La informática que ha estado forzosamente presente en las actividades de las empresas durante todo este periodo, ha sido por las mismas razones afectada plenamente por estas corrientes de gestión. Los grandes departamentos de proceso de datos de los años 70 u 80 del siglo pasado son ya un recuerdo para los más veteranos y han sido sustituidos en la mayor parte de los casos por una estructura muy reducida de profesionales informáticos, en muchos casos no más de una o dos personas, que coordinan el funcionamiento de los equipos y aplicaciones, manteniendo las relaciones entre las necesidades internas de la empresa y los proveedores de los distintos servicios. Por otro lado han surgido nuevos prestadores de servicios de carácter informático que proporcionan desde el alquiler de los equipos, su mantenimiento, el alojamiento en centros de datos o “granjas de servidores” , hasta el desarrollo de aplicaciones más o menos a la medida ya sea en ubicaciones remotas , en las instalaciones de la compañía o en ambas, según resulte más eficiente. A estos, hay que añadir, todos los prestadores de servicios que apoyados en la tecnología informática, han hecho posible la segregación del ámbito de las compañías de funciones de apoyo que antes éstas asumían directamente; me estoy refiriendo en concreto a los servicios de atención telefónica, resolución de incidencias, cobros y pagos de facturas, etc.

El negocio del outsourcing


Como resultado de este panorama, han surgido multitud de nuevas oportunidades de negocio ligadas a la prestación de estas servicios que son percibidos como accesorios por parte de las compañías al no formar parte de las actividades centrales de su negocio propiamente dicho, pero que resultan imprescindibles para un normal funcionamiento de la empresa que necesita de soportes tecnológicos, administrativos y logísticos que le permita llevar a cabo su actividad.
Para poner en marcha un modelo de “outsourcing” informático es imprescindible que la empresa tenga claro cuál es su modelo de negocio y que papel quiere que la informática desempeñe en el mismo. No existen decisiones buenas o malas a la hora de establecer el modelo central de negocio, lo que en la terminología inglesa se conoce como el BCM (Business Core Model) ; si existen sin embargo, bastantes coincidencias en las decisiones que las compañías toman a la hora de decidir que funciones quedarán bajo el control y el desempeño directo de la empresa y cuales son susceptibles de ser subcontratadas . Marketing, innovación, desarrollo de clientes, recursos humanos suelen estar en el núcleo que las compañías mantienen bajo su control más directo; producción, logística, administración-contabilidad e informática suelen formar parte de las funciones que se subcontratan. 



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Autor: Jesús Caro (Director de Consultoría y Proyectos)